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Equipo directivo

Founder

Rafa Nadal

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Head of Academy

Toni Nadal

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Head of Business Development

Carlos Costa

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Technical Director

Carlos Moya

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Rafa Nadal

Hola a todos,

El tiempo pasa rápido y ya han transcurrido seis años desde que inauguramos oficialmente la Academia. Con el paso del tiempo puedo afirmar que se ha convertido en mi segunda casa y en mi hogar deportivo. Es el sitio donde entreno y me preparo para los torneos, el lugar en el que paso más tiempo y en el que quiero que se materialicen tantos y tantos proyectos.

A lo largo de mi carrera tenística he tenido la fortuna de estar rodeado de personas excepcionales y de profesionales de primer nivel. Todos ellos se han involucrado en la Academia, algo que ha ayudado a que la metodología con la que hemos trabajado durante más de una década haya sido fácil de aplicar e implantar gracias a un sistema de enseñanza con el que hoy se forman y se entrenan estos los jóvenes jugadores.

Estoy inmensamente orgulloso del trabajo que realizan nuestros entrenadores, preparadores físicos y profesores académicos. Pero también me emociona ver el trabajo sacrificado de todas y cada una de las personas que hacen que la Academia sea una realidad: desde el personal de limpieza y servicios hasta los de administración, mantenimiento… Todos cuidan cada detalle buscando la perfección en su día a día dando testimonio real de los valores que queremos inculcar en los jugadores. Son precisamente esos valores lo que hacen de esta Academia un lugar muy especial.  

Gracias a una metodología que diseñada durante mucho tiempo, durante su estancia aquí, los jugadores pueden compatibilizar sus entrenamientos de tenis y seguir con sus estudios académicos en la escuela americana que tenemos integrada dentro de la Academia.  Para nosotros es igual de importante la formación humana que la deportiva y por eso nuestro objetivo es que que cada jugador sea capaz de poner en práctica valores como esfuerzo, la humildad, la tolerancia, la paciencia, el respeto, la disciplina o el compromiso.

Por este motivo, todos los jugadores de la Academia asisten a diario a una asignatura que hemos denominado “Building a Champion” en la que cada día de la semana se les enseña de una manera práctica un temario muy especial vinculado al tenis y en el que tienen mucho protagonismo los valores, la psicología, la nutrición y la preparación física. De pequeño tuve la suerte de formarme en muchas de estas cosas en el seno de mi familia, pero otras (la nutrición, por ejemplo) las aprendí con el paso de los años. Por eso nuestro objetivo es que estos jóvenes jugadores cuando salgan de la Academia lo hagan con una formación humana completa e integral.

 

Soy consciente de lo complicado que es dar el salto al profesionalismo, pero todos los alumnos que se esfuercen y den el máximo de sí mismos saldrán de la Academia con una formación académica y tenística de gran nivel, lo que les dará la posibilidad de tener acceso a universidades americanas a través de becas que les permitirán seguir jugando al tenis mientras estudian una carrera.

Reflexionando acerca de estos seis años, también me enorgullece enormemente que en la Academia hayan podido confluir también otros proyectos en los que tenemos puesto mucho cariño y dedicación. Un claro ejemplo han sido las sinergias creadas con la Fundación, con la que ayudamos a niños desfavorecidos y en riesgo de exclusión social a través del deporte, inculcándoles valores para que gocen de oportunidades reales de futuro. Ha sido especial ver cómo han transcurrido en la Academia los encuentros “Más que Tenis”, en los que jóvenes con discapacidad intelectual venidos de toda España han trabajado a través del tenis aspectos físicos, de coordinación, emocionales y sociales. Actualmente el proyecto se lleva a cabo en 19 escuelas de tenis de diferentes partes de España y os invito a todos a que lo conozcáis. Creo que, al igual que a mí, no os dejará indiferente.

Otro ejemplo del trabajo conjunto entre la Fundación y la Academia ha sido la celebración de los Máster del Rafa Nadal Tour by Mapfre. En este circuito en el que participan cada año más de 1500 jugadores Sub 12 y Sub 14 tratamos de promover los valores del deporte. En cada prueba, y gracias al trabajo de la la Fundación, se llevan a cabo actividades en las que los jugadores suman puntos en un “ranking de valores” que para mí tiene igual o más importancia que el ranking tenístico.

También quiero reiterar mi agradecimiento a los centenares de familias que han confiado en la Academia durante esos años. Si hay algo que me hace feliz es recibir tantos mensajes de cariño para decirnos que sus hijos se sienten parte de nuestra familia, porque reafirma que las cosas se están haciendo bien. Ojalá que esta gran familia siga creciendo cada día.

Toni Nadal

Cuando empecé a trabajar con mi sobrino Rafa Nadal, con cuatro años de edad, entró en mi vida una pieza clave que alimentó aún más mi gran pasión: la formación tenística.

Yo era el Director de una escuela de tenis muy modesta, la de Manacor, pero mis alumnos tenían un nombre destacado en el panorama tenístico local y nacional; pero ha sido con Rafa con quien he tenido la oportunidad de recorrer todas las etapas formativas, la entrada en el riguroso circuito profesional y con quien he vivido unos años muy significativos de la historia del tenis.

Me cuesta definirme a mi mismo como un entrenador de tenis, o como un instructor. El concepto que tengo de mi propia labor va mucho más allá. La palabra que mejor lo definiría es “formador” y esta concepción no se ciñe sólo a una pista de tenis. Engloba muchos otros aspectos que me han llevado a vivir el tenis como parte de mi vida.

Para decirlo escuetamente, tres aspectos van a guiar la línea de actuación de Rafa Nadal Academy: el trabajo técnico, la formación del carácter y la formación en valores.

El tenis exige una técnica que está muy estudiada desde hace muchos años. Hay muchos manuales al respecto y también hay mucha tecnología y avances que hemos ido incorporando paulatinamente. Este deporte ha evolucionado indeciblemente en las últimas décadas y quien no se ha sabido adaptar ha quedado al margen de la competición. Pero, según mi entender y según nuestra experiencia, el tenis de élite, la alta competición y la ambición en este deporte se nutren de otros aspectos que difícilmente aparecen en los manuales, incluso en los más actuales.

Puedo afirmar que desde los inicios de la formación de mi sobrino presté tanta atención a su aprendizaje técnico como a la formación de su carácter. Sin un carácter curtido para afrontar la competición más exigente es muy difícil lograr un éxito duradero. Un carácter bien formado es el que se ha preparado para soportar la dureza del esfuerzo diario, el dominio de la voluntad, el desarrollo de la capacidad de mejora y, no menos importante, la ilusión. Siempre pensé que la carencia de alguno de estos elementos iba a repercutir de manera muy negativa en los resultados que persigue mi sobrino y en los de cualquiera que quiera dedicarse al tenis de manera profesional.

En mis treinta años de experiencia he podido ver trayectorias con finales muy distintos a pesar de las expectativas iniciales que, a veces, pueden ser muy engañosas. He podido observar y analizar el caso de chicos con un talento inicial muy prometedor y con muy buenas condiciones para este deporte que, sin embargo, se han quedado por el camino. Y otros que, por el contrario, con augurios menos positivos han entrado en una senda de largo recorrido y de éxito o, incluso, de gran éxito en el tenis profesional. Tanto unos casos como otros han corroborado mi teoría del carácter y del papel indiscutiblemente importante que juega en una carrera de éxitos.

Finalmente, de la misma manera que he intentado supeditar mi trabajo con Rafael a unos principios personales, seguiré en este proyecto prestando suma atención al desarrollo de unos valores que son para nosotros de indiscutible peso: la corrección, el respeto y la buena educación. Según mi concepto de vida, no todo vale para perseguir unas metas. Junto con el éxito profesional siempre hemos tenido el ahínco de perseguir la satisfacción y la felicidad . Es mucho más fácil ser feliz con una actuación esmerada y con un trabajo que no desatienda los aspectos que nos hacen más humanos.

Las conclusiones a las que yo he llegado vienen avaladas por la experiencia personal en todas las etapas formativas con mi sobrino y por haber tenido la posibilidad de ser un testigo directo de unos años destacables en la historia del tenis. Espero tener la oportunidad de ponerlas en práctica con cualquier alumno que quiera vivir con pasión el aprendizaje de una disciplina que comprenderá básicamente estos tres aspectos mencionados: técnica, cabeza y corrección.

Carlos Costa

Querido alumno, padre, coach, fan del tenis o cualquier otra persona interesada en mayor o menor medida en el proyecto de la Academia Rafa Nadal:

Mi nombre es Carlos Costa. Toda mi vida ha estado ligada al mundo del tenis, y nunca estaré suficientemente agradecido a este deporte, no sólo por haber logrado mi sueño de ser tenista profesional sino también por lo que me ha dado a otros niveles: experiencias vividas que han forjado mi personalidad, valores aprendidos, amistades y conocidos en el camino, lugares visitados, convivencia en un ambiente de competición justa, entre otras muchas cosas.

La infancia de un niño que sueña con ser tenista profesional es distinta que la de la mayoría de otros niños, ya que la ilusión de conseguir tu objetivo te lleva a niveles de esfuerzo y disciplina inusuales ya desde tempranas edades. Yo tuve la suerte de poder llegar a ser tenista profesional, alcanzando el top 10 ATP, formando parte del equipo de Copa Davis y participando en los Juegos Olímpicos de Atlanta ’96. Durante mi carrera como tenista, viví momentos de gran satisfacción pero también otros muy duros. Es una época difícil, todavía eres muy joven y te enfrentas a situaciones que requieren madurez. Afortunadamente, tuve la suerte de estar siempre rodeado de grandes profesionales que me aportaron la visión y experiencia que necesitaba. Sin duda, su aportación fue vital no sólo para aquél momento sino también para mi carrera profesional posterior.

Ya retirado, continué mi vida profesional en una multinacional como representante de tenistas de gran nivel, como Feliciano López, Fernando Verdasco, David Ferrer, Nicolás Almagro, David Nalbandian, Svetlana Kuznetsova y, por supuesto, desde 2001 con un joven Rafa. Esta nueva carrera profesional me permitió aportar mi experiencia en la multitud de decisiones que un joven deportista tiene que tomar durante su camino. Trabajando con ellos, con sus equipos y con sus familias, viví muchísimas experiencias que se fueron incorporando a mi bagaje profesional.

Y a partir de ahí, Rafa, su equipo y su familia. Nuestro camino, que haciendo balance hemos logrado más éxitos de lo que nunca habría soñado, ha estado plagado de vivencias de todo tipo: momentos buenos, malos, alegrías, preocupaciones… La extraordinaria madurez de Rafa le ha permitido afrontar una brillantísima carrera profesional. No puedo más que sentirme afortunado por haber compartido tantos momentos, tantas experiencias con Rafa y su familia, no solo a nivel profesional sino también a nivel personal. Los valores de Rafa y su familia son indispensables para poder entender el desarrollo de su carrera y de su equipo.

En el año 2013, tras 12 años trabajando con Rafa, decidimos abandonar la multinacional para emprender un nuevo rumbo y poder así realizar otros proyectos. Primero llegó la Fundación, la cual ayuda hoy a más de 600 niños. Ahora llega otro gran reto, un proyecto en el que llevamos años trabajando y que nos ilusiona a Rafa, su familia, su tío Toni y todo su equipo: la Academia Rafa Nadal. Ha sido un largo camino juntos y queremos aportar nuestros conocimientos a jóvenes tenistas para ayudarles a que consigan el máximo nivel deportivo sin olvidar su formación académica, todo ello basado en los valores que representan a Rafa y su entorno. Sin duda, el respeto, la disciplina y el esfuerzo, junto con la mentalidad positiva para superar cualquier adversidad, serán los pilares fundamentales en la formación de nuestros alumnos.

Por mi parte, haré todo lo posible para que la estancia de nuestros alumnos sea especial y logremos ser una influencia muy positiva en su formación y en su vida.

Carlos Moya

Carlos Moyà, Director Técnico de la Academia Rafa Nadal by Movistar y miembro del Equipo de Rafa Nadal.

Moyà, fue el primer jugador español en ser número 1 del mundo en el ranking ATP. Campeón de Roland Garros en 1998 y ganador de un total de 20 títulos de torneos de la ATP, fue también capitán del equipo español de Copa Davis.

Se ha unido a Toni Nadal y Francis Roig en su trabajo de entrenador de Rafa. Además, Moyà trabajará con Toni Nadal y el resto del equipo técnico de Rafa Nadal Academy by Movistar ayudando a desarrollar el programa de tenis de alto rendimiento para los alumnos de la Academia.

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